El teólogo José Sols Lucia, en su artículo “Una Iglesia mejor es posible”, aboga por la que él denomina de “modelo abierto”, que se inspira en la Ilustración. Dicha Iglesia está cercana a las primeras comunidades, es dialogante con otras iglesias y religiones, y con los no creyentes, por lo que afirma que el paso del modelo actual al modelo abierto debería haberse hecho hace 40 años por no haberlo hecho hace cinco siglos.
La cuestión es que la reforma que él propone se hizo hace cinco siglos por los reformistas Lutero, Calvino, Zuinglio, etcétera. Dicho espíritu reformista es algo vivo en las iglesias protestantes, de forma que, en Estados Unidos, ya hay más de 27.000 denominaciones protestantes, cada una de las cuales busca ese objetivo por su propio camino. No entiendo cómo tantos teólogos, religiosos, sacerdotes y algún obispo quieren transformar la Iglesia católica apostólica y romana (añado esto pues en México existen hasta doce iglesias que se denominan católicas, según el censo de población) en otra iglesia protestante, con lo fácil que es hacerse protestante y vivir tranquilo. Envidio a los anglicanos que, como en un ejemplo reciente, se han pasado en grupo con su párroco, e incluso su obispo, a la Iglesia católica romana, y también espero que cunda el ejemplo inverso entre aquellos que añoran los modos y formas de la Reforma.
ALBERTO MONCHE
Barcelona
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