Article de Magí Camps, publicat a La Vanguardia del dia 29 de Novembre, pàgina 48
Nota: el resaltat amb color groc del final és el que fa referència a l'Artur Mas
Como ya apunté la semana pasada, el vino es otro de los elementos que definen la dieta mediterránea. Desde el siglo XIX, el cultivo de la viña y la elaboración del vino tienen voz propia en el diccionario académico: la viticultura y la vinicultura. Cultas palabras compuestas formadas a partir de voces latinas. Lo que sucede es que resulta difícil disociar el cultivo de la vid de la elaboración del vino, por lo que, desde 1936, tenemos en el diccionario la vitivinicultura.
Noé fue, pues, un vitivinicultor avant la lettre. Luego la cosa se fue profesionalizando hasta el punto de que el vinicultor sigue elaborando caldos, pero los conocimientos relativos a su elaboración se convierten en carrera universitaria y al titulado se le llama enólogo. Viene a significar lo mismo, pero expresado en griego, que supone un grado superior. Los que ejercen la enología se definen como “autores de vinos”.
Desde la vendimia hasta el momento de escobajar (quitar los escobajos –las raspas– de los racimos) y deshollejar (quitar el hollejo –la piel– de las uvas), pasando por el prensado en el lagar para obtener el mosto, la cultura del vino ha dado grandes pasos. El néctar de la vid, tomado con mesura, ayuda a desatar la lengua y convida a la confidencia. In vino veritas. Y si se avanza hacia el terreno de la sensualidad, no hay afrodisiaco más antiguo y natural.
En catalán, al vello púbico se le conoce con el nombre de parrús, que es la uva silvestre, la labrusca. Confieso que aprendí la palabra antes con el sentido púbico que referida a la viña. Los diccionarios, en cambio, van más perdidos que yo, al menos por lo que se deduce a partir de una improvisada encuesta entre amigos y compañeros. El parrús es la pelambrera, dicen estos; mientras que tres diccionarios (DIEC, GDLCy D62) afirman que en el sentido figurado es la vulva. Alguien miente.
Artur Mas disertó sobre el verbo ‘follar’ con la profesionalidad de un enólogo
Sin salirnos del ámbito vitivinícola, el jueves pasado Artur Mas, ante una pregunta impertinente, descubrió sus conocimientos lingüísticos y vitivinicultores al saber definir con precisión la palabra follar: pisar la uva. Este verbo, emparentado con el castellano hollar, tiene, además del significado sexual de todos conocido, ese significado recto. El diccionario del Institut d'Estudis Catalans así lo describe: “Prémer, aixafar, trepitjant”. Y por si no queda claro, añade un ejemplo para despejar las dudas: “Van portar les tines per follar el raïm. Avui farem la verema i demà follarem”. Ay, la polisemia.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada