Sindrome de los abuelos esclavos

Sí, suena muy fuerte hablar de abuelos esclavos, pero parece ser que los hay. Y esta denominación está cuajando tanto desde el punto de vista médico como sociológico. Aunque este síndrome se ideó hace algunos años unicamente para las abuelas, prefiero extenderlo a ambos sexos. En síntesis, viene representado por un abuelo o abuela que sólo se preocupa por ayudar a sus hijos y hacer todo lo posible por los nietos. Es un abuelo o abuela que no se atreve a decir que está agotado por el exceso de responsabilidades en que se encuentra inmerso—que ha ido acaparando, probablemente sin proponérselo— y que, además, no se queja, porque tiene miedo de no ser útil y de que los hijos le puedan rechazar.

El filósofo y catedrático de ética Francesc Torralba, en su libro "Pares i fills. L’aventura de trobar-se avui", apunta otra posibilidad de caer en esta esclavitud senil: «La abuela esclava es la abuela que no ha escogido de qué manera quiere ejercer su vejez ni su relación con los nietos, y que se ve obligada a hacer una serie de funciones que no desea realizar para sostener el fràgil equilibrio de la vida de sus hijos.»

La escritora y también experimentada abuela Victoria Cardona, en su libro Conciliar la vida (versión en catalán Som avis), afirma: «No podemos gastar toda la energía al cuidado de los nietos si después no nos quedan fuerzas para la comunicación con los que viven con nosotros, o cuando  perjudica a nuestra salud psíquica y física. A veces hemos de estar dispuestos a dar como respuesta un no puedo, aunque nos parezca que podemos quedar mal; también es importante reconocer nuestras limitaciones.» La única solución es explicar claramente la situación en la que nos encontramos y saber decir basta.

Dr. Paulino Castells

(Queridos abuelos, Ediciones Ceac. Torralba)

(Estimats avis, Ed. Columna. Cardona)