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dilluns, 5 d’abril del 2010

Legionarios de Cristo

El posat en groc no té altre finalitat que remarcar el que més m'ha cridat l'atenció


El creciente escándalo de abusos sexuales de sacerdotes católicos en todo el mundo, contando con la compasiva comprensión de la jerarquía, ha llegado incluso a salpicar al papa Benedicto XVI, aunque los indicios son indirectos y documentalmente desmentidos.

¿Por qué ahora? ¿Y por qué a este Papa, que, en contraste con sus antecesores, fue particularmente activo en la investigación de la pederastia crónica en el seno de la Iglesia cuando, como Cardenal Ratzinger, estuvo al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe? Según algunas hipótesis en medios informados, precisamente por eso, por su celo purificador. Podría ser un ajuste de cuentas interno al Vaticano y, a la vez, una advertencia para que no vaya más lejos en la investigación. ¿De qué investigación se trata?

Tal vez sea coincidencia, pero el 15 de marzo los obispos designados por Benedicto XVI para llevar a cabo una visita apostólica sobre la congregación de la Legión de Cristo entregaron su informe. El 25 de marzo, la Legión reconoció públicamente los repetidos abusos sexuales a niños de los que se acusaba desde hacía dos décadas a su fundador y jefe, intentando desligarse de su imagen. Pero podría haber mucho más. No sólo tolerancia a prácticas sexuales, sino otros asuntos sucios, desde corrupción política hasta lavado de dinero. Se habla de destituciones de la cúpula de la congregación y algunos aventuran la idea de su disolución. Teniendo en cuenta el poder de los legionarios, se podría haber puesto en marcha una maquinaria destinada a intimidar la decisión sobre su futuro.

Pero ¿de dónde viene todo esto? ¿O quizá usted forma parte de esa mayoría de personas que no saben qué es la Legión de Cristo?

La Legión de Cristo la fundó en México en 1941 Marcial Maciel, que en 1946 fue a estudiar a la Universidad Pontificia de Comillas. Ese mismo año fue recibido por Pío XII, que se interesó personalmente por el proyecto educativo de su congregación. Con el apoyo de la élite empresarial mexicana, a quienes contaba que eran elegidos por Dios para guiar la sociedad, se introdujo en la especulación inmobiliaria, se alió al Grupo Monterrey y amasó una considerable fortuna. Se centró en el desarrollo de escuelas para la élite (como Cumbres y el Colegio Irlandés en México), escuelas empresariales y Universidades, consolidando redes de poder en gobiernos y empresas. En estos momentos está en 40 países, con 800 sacerdotes y 2.000 seminaristas. Su organización seglar Regnum Christi tiene 70.000 miembros, concentrados en los círculos más influyentes de la sociedad. En España tiene fuerte presencia en el mundo empresarial y político, cuenta con varias escuelas y una universidad (la Francisco de Vitoria). Su influencia alcanzó su punto álgido durante la segunda legislatura de Aznar.

Fuentes bien informadas me aseguran que Ángel Acebes fue activo legionario, aunque él lo niega. El libro de José Martínez Velasco relaciona también con los legionarios a otras personalidades conservadoras, como Ana Botella, Esperanza Aguirre o José María Michavila. Hay indicios de influencias legionarias significativas en algunas áreas de la administración del Estado del 2000 al 2004.

El poder de los legionarios se apoyó durante mucho tiempo en el trato privilegiado que Marcial Maciel recibió del Vaticano, donde instaló su sede central. En 1965, el cardenal Antoniutti, en nombre de Pablo VI, le concedió un decreto de alabanza. Juan Pablo II repetidamente puso a la Legión como ejemplo de virtudes cristianas y de tareas evangelizadoras en la educación, incluso cuando ya habían surgido las primeras acusaciones sobre Maciel.

Como se sabía desde hacía tiempo y corroboró la investigación vaticana, Maciel tuvo relaciones sexuales continuas con menores, tuvo una hija por un lado y dos hijos por otro (hijos que lo acusan de haber abusado de ellos también), se jactaba de tener venia papal para recibir masajes de jóvenes monjas, era drogadicto y estuvo implicado en turbios manejos financieros. No era una figura menor. Era fundador y guía de una organización jerarquizada basada en el culto de su personalidad. En el 2004, el cardenal Ratzinger reabrió la investigación de pederastia contra Maciel paralizada varias veces desde el Vaticano. Maciel dimitió. Tras ser elegido Papa, Ratzinger archivó la investigación en el 2006, pero ordenó el retiro de Maciel del sacerdocio para que viviera en “oración y penitencia”. Murió en el 2008. Pero en marzo del 2009 Benedicto XVI encarga a cinco obispos (uno de ellos monseñor Blázquez) una visita apostólica para investigar a la Legión de Cristo en todo el mundo. Su informe se acaba de entregar. El contenido no ha sido revelado, pero no concierne únicamente a la conducta de Maciel, que ya había sido investigada, sino a la actividad de la Legión.

El reconocimiento de los legionarios de las fechorías de su fundador intenta cargar exclusivamente las culpas sobre la persona. Improbable que fuera el único perverso tras medio siglo de inmoralidad en una congregación totalmente dependiente de él. Quieren salvar de los legionarios de las fechorías de su fundador intenta cargar exclusivamente las culpas sobre la persona. Improbable que fuera el único perverso tras medio siglo de inmoralidad en una congregación totalmente dependiente de él. Quieren salvar lo que se pueda de una fortuna de más de 20.000 millones de dólares y de una red de influencias que sigue creciendo en México y América Latina a pesar de los pesares. Y es que el entramado de intereses y favores de tipo mafioso es tan poderoso que no se va a derrumbar sin lucha. Ahora bien, la piedra angular de toda la empresa está en el Vaticano. De ahí que estén dispuestos a despedir a más gerifaltes, pero no a que se proceda a un cierre o reforma de la congregación. Y ¿qué mejor forma de evitarlo que amenazar con hundirse todos juntos, incluido el Papa y su entorno, con la revelación o fabricación de abusos y corrupciones de todo tipo que se guardan en el sigilo de la burocracia vaticana, a la que llevan décadas accediendo los fervientes legionarios? Recuerde: es sólo una hipótesis. Pero como las apariencias engañan, no condene al Papa antes de tiempo, porque puede acabar siendo el bueno de la película

Manuel Castells

1 comentari:

Anònim ha dit...

Aquest article ha desaparegut de la web de La Vanguardia!!!